
Antes bienvenidos en EEUU, miles de ucranianos temen que Trump los expulse

Mientras las tropas rusas arrasaban su ciudad natal Járkov, Nikita Demydov y su esposa Alina vieron la luz al final del túnel en Estados Unidos, que los recibió con su hija de cinco años en el marco de un programa humanitario.
Pero la ilusión de estabilidad y bienvenida se derrumbó con la llegada al poder del republicano Donald Trump, cuya administración pausó "Unidos por Ucrania", gracias al cual más de 200.000 ucranianos se asentaron legalmente en el país.
"Tenemos identificaciones, un número de seguro social, un permiso de trabajo, pero por ahora", dijo Demydov, que echó raíces e inició varios emprendimientos en San Diego, en la costa sur de California.
"Si el nuevo gobierno cancela (el programa), lo perderemos todo de nuevo, otra vez. Y (tendremos que) comenzar de cero, otra vez".
El programa humanitario fue activado por la administración del demócrata Joe Biden en abril de 2022 para canalizar la demanda de miles de ucranianos que huían del ataque de las tropas rusas y se agolpaban en la frontera sur para pedir asilo, lo que complicaba la ya difícil situación en la frontera para Biden.
La frontera sur se convirtió en un enorme dolor de cabeza para el entonces presidente, que fue atacado incesantemente por la oposición republicana. Intentó organizar la situación migratoria emitiendo programas similares para abrigar a los miles de ciudadanos de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua que también pedían asilo a Estados Unidos.
Pero la retórica nacionalista y antiinmigración derrotó a los demócratas y devolvió a la Casa Blanca a Trump, quien de inmediato firmó una batería de medidas para reducir la protección a los migrantes y acelerar las deportaciones.
- "¿Para qué?" -
La paralización del programa dejó en vilo a cientos de miles de migrantes provenientes de países en una situación crítica.
"Este programa les dio una oportunidad a los ucranianos de estabilizarse", afirmó Ester Miroshnychenko, una estudiante de secundaria de 18 años que llegó junto a sus padres y ocho hermanos en 2022.
"Si tengo que dejarlo todo, será muy duro para mí. Será como destruir todo lo que he logrado", dijo Miroshnychenko, quien no hablaba inglés cuando llegó a Estados Unidos.
"Piensen en la gente que trabajó duro, que lo dejó todo atrás y aun así encontró motivación para seguir adelante tras la guerra", agregó.
"Y quitarles todo eso, estas oportunidades... ¿para qué?".
Demydov sostiene que los vientos de intolerancia que soplan desde Washington contra los migrantes no se corresponden con lo que él ha vivido en carne propia, día a día, en las calles del país que lo acogió.
"Los estadounidenses (...) siempre nos tratan de ayudar", comentó.
"Pero en el nivel más alto, no lo sé", agregó este hombre de 39 años que devora las noticias en espera de una resolución. "Estoy un poco confundido con lo que ocurre. Más que confundido, estoy asustado".
- "Desprotegidos" -
Vlad Fedoryshyn, quien se estableció en Estados Unidos en 2020, se convirtió en un enlace y soporte para sus compatriotas que llegaron bajo "Unidos por Ucrania". Ahora recibe entre 20 y 30 llamadas por día de ucranianos agobiados por la incertidumbre.
Muchos comienzan a ver el impacto de la pausa del programa, con sus permisos de trabajo y otras solicitudes congelados.
"La gente está muy preocupada (...) se están preguntando ¿qué vamos a hacer?", dijo Fedoryshyn, que trabaja con una empresa de correos.
"Ahora que están establecidos, y esto pasa, no saben qué va a pasar con su programa, comienzan a sentirse desprotegidos".
Fedoryshyn, de 26 años, cree que la administración de Trump "no entiende bien lo que ocurre con los ucranianos". "Todos los días la gente muere, los soldados mueren, los civiles mueren, los misiles caen".
"Somos un país pequeño", dijo Fedoryshyn, quien aprendió en los libros de texto que Estados Unidos y otros países en Europa eran aliados y protectores de Ucrania.
Para él, ver a Trump reprender a su presidente, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca fue muy difícil de digerir.
"Contábamos con esa protección. Lo que dijo es muy triste, especialmente para los ucranianos. Yo estaba casi llorando ese día".
Fedoryshyn ve difícil que otros países, que al comienzo de la guerra les abrieron las puertas, quieran recibir más migrantes.
Volver, agrega, es una opción amarga.
"¿Vas a querer volver a Ucrania, en donde la guerra continúa, cuando los misiles pueden caer o un dron puede llegar a tu casa cualquier día?", se preguntó. "Ellos solo quieren estar a salvo".
G.Waters--TNT