
Murillo tendrá mando junto a Ortega sobre el ejército de Nicaragua

La esposa del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la "copresidenta" Rosario Murillo, pasará a tener mando sobre el Ejército en virtud de una reforma legal aprobada este martes en primera instancia por el Congreso.
El proyecto, aprobado en lo general por la Asamblea Nacional controlada por el gobernante Frente Sandinista, establece que "el Ejército de Nicaragua está bajo el mando de la Presidencia de la República como Jefatura Suprema".
Una reforma constitucional en vigor desde febrero dispuso que la presidencia de Nicaragua la comparten Ortega y Murillo, por lo que ella pasó entonces a ser copresidenta en lugar de vicepresidenta.
De este modo, Murillo tendrá oficialmente mando militar una vez la ley haya culminado su trámite y sea publicada en la Gaceta Oficial.
Además, el Ejército asumirá algunas tareas policiales, según esta reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Militar.
El Ejército deberá "coadyuvar con la Policía Nacional en la lucha contra el narcotráfico, crimen organizado y sus actividades conexas", de acuerdo con las instrucciones de la presidencia, indica el proyecto de ley.
Ortega, exguerrillero de 79 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, está en el poder desde 2007 y sus críticos lo acusan de instaurar una "dictadura familiar", junto a su esposa, de 73 años.
Su gobierno aumentó la represión tras las protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos, según la ONU, y consideradas por Managua como un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
Con la reforma a la Constitución, Ortega y Murillo consolidaron su mando absoluto en Nicaragua, pues pasaron a controlar formalmente todos los poderes del Estado y a la sociedad civil.
La reforma constitucional estableció además una "vigilancia" sobre la prensa y la Iglesia, y el despojo de la nacionalidad nicaragüense a quienes el gobierno considere "traidores a la patria", como hizo con unos 450 críticos y opositores expulsados del país en los últimos años.
La nueva ley castrense establece además que quienes se incorporen a las filas del ejército deberán prestar un "juramento de lealtad" ante las banderas azul y blanco de Nicaragua y la rojinegra del Frente Sandinista.
Q.Marshall--TNT