
Robert Kennedy, el secretario de Salud de EEUU, comienza con el pie izquierdo

El secretario de salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr, ha tenido un complicado comienzo al frente de esa cartera mientras lucha con un brote mortal de sarampión, renuncias entre su personal y desaires en el Senado.
Kennedy asumió el cargo a mediados de febrero en medio de una crisis de salud de grandes proporciones, con una epidemia de sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que se había declarado como erradicada en Estados Unidos.
Más de 300 personas, la mayoría niños, se han contagiado de sarampión en los estados de Texas y Nuevo México, y dos enfermos no vacunados fallecieron, las primeras muertes por esta enfermedad en una década.
"Algunos años hemos tenido cientos de brotes de sarampión, hay brotes cada año", dijo en una entrevista reciente con la cadena Fox News en un restaurante de comida rápida.
En las últimas semanas ha alertado y enfurecido a los profesionales de la salud con comentarios que minimizan la gravedad de la crisis, con afirmaciones ambiguas sobre la vacunación y otras promoviendo remedios alternativos.
"Él no podría hacer un trabajo peor del que está haciendo", aseguro Paul Offit, un reconocido pediatra que se especializa en enfermedades infecciosas, vacunas, inmunología y virología.
"La gente asume que cuando se convirtió en secretario de Salud sería algo más responsable con la salud pública, y se equivocó", dijo Offit a la AFP.
- Manejo de la crisis -
"Las vacunas no solo protegen a los niños del sarampión, sino que también contribuyen a la inmunidad de la comunidad, al proteger a aquellos que no pueden ser vacunados por razones médicas", escribió en un editorial publicado a inicios de este mes por Fox News.
Sin embargo, el mismo Kennedy ha generado dudas y despertó la ira de muchos al seguir cuestionando la seguridad de las vacunas.
En Fox News, en una entrevista a mediados de este mes afirmó que la vacuna del sarampión es responsable de fallecimientos "cada año".
"Esta (vacuna) causa todas las enfermedades que causa el mismo sarampión, encefalitis y ceguera, etc. Y la gente debe ser capaz de tomar esa decisión por sí misma".
El pediatra Offit no está de acuerdo.
"Él dice que la vacuna del sarampión puede causar ceguera y pérdida de audición. Afirma que la inmunidad al sarampión se reduce en los adultos. Todas esas cosas son claramente falsas", afirmó. Y también rechazó la sugerencia de Kennedy de usar vitamina A como alternativa para el tratamiento de esta enfermedad.
Algunos republicanos e incluso los propios colaboradores del secretario habrían criticado su pericia para el manejo de la crisis. Esa sería la razón de la renuncia de uno de sus portavoces, según reportes de prensa.
La semana pasada, la Casa Blanca retiró en el último minuto la candidatura de David Weldon, cercano a Kennedy, para dirigir los Centros de Control y Prevención de Enefermedades (CDC), la mayor agencia de salud en Estados Unidos, luego de concluir que no sería confirmado en una votación del Senado.
- Transparencia y sebo -
El sarampión regresa en medio de un declive de las tasas de vacunación, mientras más estadounidenses prevenidos sobre la seguridad de los biológicos ignoran las advertencias de las autoridades sanitarias para vacunarse.
A Kennedy se le acusa de aumentar el problema al sugerir una relación entre la vacuna para el sarampión, la rubéola y las paperas (MMR) con el autismo, una teoría desmentida basada en un estudio sobre datos manipulados y descartada por investigaciones posteriores.
Sin embargo, el departamento de Salud de Kennedy ordenó recientemente un nuevo estudio sobre ese presunto vínculo. Un portavoz dijo a la AFP que "la tasa de autismo en niños estadounidenses se había disparado. Los CDC no dejará piedra sin voltear en su misión de descubrir lo que está pasando exactamente".
El pedido de transparencia es una especie de mantra para Kennedy, sobrino del asesinado presidente demócrata John F. Kennedy, que prometió hacer a los estadounidenses saludables de nuevo, en parte al combatir el consumo de comidas fuertemente procesadas.
Kennedy ha impuesto mayores controles a los aditivos alimenticios pero al tiempo ha apoyado a las cadenas de comida rápida que cocinen papas fritas con sebo vacuno o grasa fundida, consideradas perjudiciales para la salud hace décadas.
Los críticos de Kennedy afirman que ha logrado justo lo opuesto al eliminar una política que permitía al público expresarse sobre la medidas sanitarias.
Bajo la dirección de Kennedy, las reuniones a nivel de expertos han sido canceladas y se han anunciado nuevas políticas sin discusiones internas en esa cartera.
P.Murphy--TNT