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Rusia silencia las voces opositoras a la operación militar en Ucrania
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Uno se siente "enterrado en vida", otro tiene cuidado al hablar en público y la mayoría opta por callar sus opiniones. A los opositores a la operación militar rusa en Ucrania se los llama los "nuevos silenciosos", en alusión a los disidentes de la era soviética.
Desde el inicio de la ofensiva hace tres años, Moscú ha juzgados y condenado a cientos de personas por haber criticado la "operación militar especial".
Uno de los casos más recientes fue la condena en Moscú de un jubilado a ocho años de cárcel por haber denunciado los "crímenes" del ejército ruso en Ucrania.
Cientos de miles de rusos abandonaron el país temerosos de ser reclutados para ir a Ucrania, pero muchos decidieron quedarse y viven en silencio.
"Entre 20% y 25% de los rusos no apoyan a las autoridades. Se encierran en sí mismos", asegura Denis Volkov, director del centro Levada, una encuestadora calificada como "agente extranjero" por las autoridades.
La prensa opositora se refiere a estos críticos como "los nuevos silenciosos", comparándolos con los que callaban sus opiniones anticomunistas en la era soviética.
- "Conformistas" o "traidores" -
Estos rusos están entre la espada y la pared: de un lado sus compatriotas en el exterior los acusan de ser conformistas, mientras los simpatizantes del Kremlin los llaman "traidores".
"Silenciosos, así somos todos aquí", expresó un internauta en un debate en Facebook sobre el nuevo término. Esa red está prohibida en Rusia y solo se puede acceder con VPN.
"Nos quedamos aquí sin salir a espacios púbicos porque quien sale, muere en prisión", indicó otro usuario.
Maria, una analista de datos de 51 años en Moscú, pagó el precio por oponerse a la ofensiva.
"Para mí estaba claro desde el inicio, intenté explicárselo a cinco de mis colegas que apoyan la operación. Perdí el tiempo", contó.
En septiembre de 2022, sugirió a su jefe trasladar a la empresa fuera de Rusia para que los empleados jóvenes no fueran movilizados.
"El resultado fue que perdí mi empleo", relató.
Luego consiguió otro empleo y trabaja en casa en una zona rural cerca de Moscú donde vive con su esposo, un profesor universitario.
"Han pasado casi tres años desde que soy una silenciosa", dijo Maria.
"Es como una jubilación anticipada o, peor aún, ser enterrado vivo".
- Con cuidado -
Vasily, un especialista gráfico y crítico del Kremlin de larga data, comparte la frustración porque "siempre tengo que cuidar lo que digo".
"En el metro ya no leo mis libros ni mis blogueros favoritos y tengo cuidado de no decir mucho en la oficina", aseguró.
Otros hallan consuelo en el arte.
Ekaterina, una sexagenaria, pinta retratos de músicos y poetas en su apartamento de Moscú, una forma de evadirse de "este difícil momento".
"Extraño la libertad, siempre me tengo que controlar", declaró a la AFP, atenta a no decir algo equivocado.
"Encuentro evasión en las flores, las dibujo y me repliego en mí misma", dice.
El roquero Yury Shevchuk, otrora crítico del Kremlin, se considera en la misma categoría.
"Unos eligen cantar, yo elijo permanecer en silencio", afirma el músico, cuyos conciertos fueron cancelados en Rusia después de criticar el falso "patriotismo" durante una presentación en 2022.
Los nuevos silenciosos "no entran a las barricadas porque en este momento no tiene mucho sentido", declaró en una entrevista el año pasado.
"Pero están haciendo algo bueno y gracias a ellos, Rusia sobrevivirá".
F.Adams--TNT