Dirigentes de la UE se reúnen para hablar sobre defensa, pero los aranceles se meten en la agenda
Los dirigentes de la UE iniciaron este lunes un encuentro en Bruselas que debía centrarse en temas de defensa, pero el fantasma de las tensiones comerciales con Estados Unidos hizo que los líderes se pusieran en guardia ante posibles subidas arancelarias.
El sábado, el presidente Donald Trump impuso aranceles del 25% a dos socios históricos, Canadá y México, y del 10% a productos chinos, un gesto que hizo encenderse las luces de alerta en las capitales europeas.
El domingo, la UE lamentó el anuncio estadounidense, y advirtió que responderá "con firmeza" si se le aplican aranceles "injustamente".
"Si somos atacados en temas comerciales, Europa, como una potencia firme, tendrá que hacerse respetar y, por lo tanto, reaccionar", dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al llegar a la sede de la reunión.
Otro influyente dirigente europeo, el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, apuntó que las guerras comerciales son "totalmente innecesarias y estúpidas", pero pidió a sus pares europeos no dejar a un lado el "sentido común".
A su vez, el jefe del gobierno de Alemania, Olaf Scholz, dijo que una escalada de aranceles entre Europa y Estados Unidos no era algo bueno para ninguna de las partes.
"Estados Unidos y Europa se benefician del intercambio de mercadería y servicios. Si una política arancelaria vuelve todo esto más complicado, es malo para Estados Unidos y es malo para Europa", comentó.
En la visión de Scholz, la UE, como "una gran zona económica, puede reaccionar a políticas aduaneras con políticas aduaneras", pero añadió que "el objetivo debe ser siempre la cooperación".
Al llegar a la cumbre informal, la jefa de la diplomacia de la UE, la estonia Kaja Kallas, dijo que Europa y Estados Unidos se necesitan mutuamente.
"Necesitamos a Estados Unidos, y Estados Unidos nos necesita también", dijo, para añadir que los aranceles "aumentan los costos, y no son buenos para el empleo".
- Defensa, el tema sensible -
La cumbre informal de este lunes en Bruselas debía inicialmente concentrarse en defensa y seguridad, y por ello fueron invitados el secretario general de la OTAN y el primer ministro británico.
Se trata de la primera cumbre de los dirigentes europeos desde que Trump regresó a la Casa Blanca, y es también la primera reunión enteramente dedicada a defensa.
También constituye el primer encuentro entre líderes de la UE a los que se suma el primer ministro británico, Keir Starmer, desde que el Reino Unido abandonó el bloque europeo.
Desde la invasión de Rusia a Ucrania, en 2022, los países de la UE que forman parte de la OTAN han llegado a la conclusión de que deben aumentar sus gastos en defensa.
Sin embargo, Trump insiste en que los países europeos no están haciendo lo suficiente, y hasta sugirió que esos aliados ya no pueden considerar un hecho consumado la protección de Estados Unidos.
Por ello, presiona para que los países que integran la OTAN aumenten sus gastos militares al 5% de su PIB, una meta fuera del alcance de la mayoría de ellos.
Con relación a Ucrania, los europeos temen que Trump los deje al margen de posibles negociaciones para poner fin al conflicto con Rusia, y que obligue a Kiev a concesiones.
Pero las amenazas del magnate republicano se han expandido a los propios países de la UE, como sus crecientes presiones sobre Dinamarca para obtener el control de Groenlandia.
Los países europeos admiten la necesidad de incrementar los gastos en defensa, pero no hay acuerdo generalizado sobre cómo hacerlo. Los principales escollos se centran en cómo financiar esas inversiones.
Además, la necesidad de adquirir más armas abre el interrogante de si esas compras se harían dentro o fuera de la UE, y cuál sería el papel a desempeñar por la OTAN en ese proceso.
Así, crece la presión para que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) destine más recursos a la industria de defensa, y hasta se baraja la idea de recurrir a deuda conjunta de la UE para ello.
Diversos países insisten en que las compras se realicen dentro del espacio del bloque, pero ello exige grandes inversiones para apuntalar la industria europea de defensa.
La presencia del primer ministro británico en una cumbre centrada en la Defensa tiene un elevado simbolismo.
La UE y el Reino Unido aspiran a hacer avanzar un acuerdo sobre seguridad, que acercaría la fuerte industria militar británica al bloque europeo.
Q.Marshall--TNT