Rusia lanza su ofensiva en el este de Ucrania, asegura Zelenski
Rusia ha lanzado una gran ofensiva en el este de Ucrania, aseguró el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, abriendo una nueva fase de su invasión tras el repliegue de sus tropas del norte y de la región de Kiev hace unas semanas.
Desde entonces, la campaña militar de Moscú se había enfocado en la zona oriental del Donbás, formada principalmente por las regiones de Lugansk y Donetsk y controlada parcialmente por rebeldes prorrusos desde 2014.
"Ahora podemos decir que las tropas rusas han comenzado la batalla por el Donbás, para la que se estuvieron preparando durante mucho tiempo", dijo Zelenski en un discurso difundido en Telegram.
"No importa cuántos soldados rusos se traigan hasta aquí, lucharemos. Nos defenderemos", aseguró.
En las semanas previas, las autoridades ucranianas habían tratado de evacuar el máximo de civiles del este del país, blanco de crecientes bombardeos.
Controlar el Donbás brindaría a Moscú un corredor por la costa sur de Ucrania hasta la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.
El gran obstáculo en esta ambición sigue siendo la ciudad portuaria de Mariúpol, donde las fuerzas ucranianas abogaron por desoír un ultimátum ruso y mantener su resistencia.
"La ciudad aún no ha caído", sostuvo el primer ministro, Denys Shmyhal.
Una fuente del departamento de Defensa estadounidense aseguró que, aunque la situación es desesperada, esta ciudad, a orillas del mar de Azov, "todavía está disputada".
Este responsable indicó que Rusia ha añadido once grupos de batallones tácticos (con artillería, helicópteros y apoyo logístico) a sus fuerzas en el este de Ucrania, con lo que ya dispone de 76 en todo el país.
El lunes también llegó a Ucrania el primer pago de un paquete de ayuda militar de 800 millones de dólares anunciado la semana anterior por Estados Unidos y que incluye helicópteros, vehículos blindados y obuses.
- Ataques en el oeste -
Aunque la mayor parte se produzcan en el Donbás, también se registraron ataques rusos en otras partes del país. Al menos siete personas murieron violentamente en la ciudad occidental de Leópolis.
Lejos del frente y cerca de la frontera con Polonia, Leópolis apenas había sido atacada y se había convertido en refugio para los desplazados, además de sede temporal de varias embajadas occidentales trasladadas desde Kiev.
Pero "hoy (lunes) hemos entendido claramente que no hay lugares seguros en Ucrania. Es muy peligroso", dijo una empleada bancaria llamada Natalia a la AFP.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que había atacado 16 objetivos militares en Ucrania, entre ellos un "centro logístico" cerca de Leópolis que almacenaba "importantes lotes de armamento extranjero" entregados a Kiev.
Las autoridades locales de Ucrania denunciaron también la muerte de ocho civiles en bombardeos en el este del país y describieron duras batallas en varias ciudades del Donbás.
"Esto es un infierno. Ha comenzado la ofensiva de la que llevamos semanas hablando", dijo el gobernador ucraniano de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, en Facebook.
"Hay combates en Rubizhne y Popasna, combates incesantes en otras localidades pacíficas", afirmó.
Además, el gobernador indicó que cuatro personas murieron huyendo de la pequeña ciudad de Kreminna, que habría caído en manos rusas. Un asesor presidencial, sin embargo, dijo que todavía no había sido conquistada.
- "Un milagro que sigamos vivos" -
Una decena de kilómetros al sureste, los habitantes del pueblo de Novodruzhesk aguantaban como podían. "Estamos siendo bombardeados por todos lados. Es un milagro que sigamos vivos", decía Nadia, de 65 años, con la voz temblorosa.
"Estamos tumbados en el suelo y esperando. Desde el 24 de febrero dormimos en el sótano. No hay más agua, electricidad, nada. No tenemos más dinero, ni gasolina, no podemos irnos", añadió.
Las autoridades ucranianas suspendieron por segundo día la evacuación de civiles desde el frente oriental, acusando a las tropas rusas de bloquear y bombardear las rutas de escape.
La vice primera ministra Iryna Vereshchuk reclamó a Moscú la apertura de corredores humanitarios en localidades del sureste, también desde el complejo industrial de Azovstal, en Mariúpol, donde están atrincherados los últimos resistentes.
El ayuntamiento de la ciudad dijo el lunes que, además de sus tropas, esta planta metalúrgica acoge a unos 1.000 civiles en sus refugios subterráneos. Son "mayoritariamente mujeres con niños y personas mayores", indicó.
El conflicto ha provocado ya casi 5 millones de exiliados y más de 7 millones de desplazados internos, según las Naciones Unidas.
- Reunión de Biden -
Al lanzar su operación el 24 de febrero, días después de reconocer a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, el presidente Vladimir Putin argumentó que quería proteger a la población de habla rusa del este de Ucrania del gobierno supuestamente "neonazi" de Kiev.
El lunes, el dirigente del Kremlin concedió un título honorífico y ensalzó a la 64ª brigada de infantería motorizada, a la que Ucrania atribuye "crímenes de guerra" cometidos en Bucha y otras ciudades alrededor de Kiev donde aparecieron decenas de civiles muertos, algunos con las manos atadas.
Después del ataque contra Leópolis, la Unión Europea condenó los bombardeos "indiscriminados" de Rusia contra civiles ucranianos y denunció "ataques particularmente intensos" en el este, el sur y en Járkov (noreste), la segunda ciudad del país.
Por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden convocó el martes una reunión de sus aliados para analizar la situación en Ucrania tras la escalada de la ofensiva rusa en el este.
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S.Lee--TNT