En Sudán, victoria del fútbol femenino pese a las derrotas de su selección
Bajo los vítores de los aficionados en un pequeño estadio cerca de Jartum, Salma al-Majidi anima a sus futbolistas: creada hace menos de un año, la selección nacional femenina encadena derrotas, pero su existencia ya es de por sí un éxito.
Se enfrentan a Sudán del Sur sin haber podido prácticamente entrenarse en un país en el que cada semana mueren manifestantes en la represión contra aquellos que desde octubre denuncian el golpe de estado del general Abdel Fattah al Burhan.
Eso no afecta a la determinación de Al-Majidi, que a sus 30 años ya ha roto varios tabúes en un país que en 2019 salió de una dictadura militar-islamista que prohibía a las mujeres la práctica del fútbol.
Para superar ese obstáculo, decidió hacerse entrenadora, convirtiéndose en la primera mujer que entrenaba a hombres en el mundo árabe, donde el fútbol es el deporte rey, aunque las mujeres sean muchas veces apartadas, tanto de la vida política como de las canchas.
- "Primeros pasos" -
Pese a sumar muchas victorias con sus equipos masculinos, Al-Majidi lo admite: "Las chicas están dando aún los primeros pasos en los torneos internacionales".
¿La prueba? Frente a las vecinas de Sudán del Sur, sus jugadoras pierden por un contundente 6-0. Y antes cayeron frente a Egipto, Túnez, Argelia y Líbano.
"Aunque tienen mucha menos experiencia que las otras, mejoran", se consuela a la AFP.
En uno de los países más pobres del mundo, las futbolistas no solo deben jugar con material decrépito, sino también deben afrontar problemas que perturban el calendario de los entrenamientos y de los partidos oficiales.
Así, el 26 de octubre, debían recibir a Argelia en el partido de vuelta de la Copa de África de Naciones (CAN) para tratar de maquillar el doloroso 14-0 encajado en la ida. Pero el golpe de estado ocurrido 24 horas antes provocó que las argelinas abandonasen Sudán precipitadamente, antes de que la represión se pusiese en marcha, que ha provocado desde entonces cerca de un centenar de muertos y cientos de heridos.
Poco importan las anulaciones y las derrotas, asegura la capitana Fatma Jadal, que en los tiempos de la dictadura jugaba en secreto.
En aquella época, "teníamos que buscar sitios aislados" porque "la gente estaba en contra" de la idea de las mujeres jugando al fútbol y "cuando nos veían jugar, nos expulsaban de las canchas", explica a la AFP.
- Latigazos -
En aquella época, la ley preveía que las mujeres acusadas de beber alcohol o llevar un vestido considerado "indecente" recibieran latigazos en plaza pública.
Hastiadas de ser consideradas como "ciudadanos de segunda", las mujeres fueron punta de lanza en la 'revolución' de 2019 que forzó al ejército a cesar al autócrata surgido de sus filas, Omar al-Bashir.
Unos meses más tarde, cuando los civiles tomaban el mando de la transición, forzaron a los militares a suprimir varias leyes discriminatorias para las mujeres.
E incluso se creó el primer torneo de fútbol femenino en el país.
Pero actualmente, los militares han echado del gobierno a los civiles y para las mujeres, las libertades ganadas podrían desaparecer, se inquieta Jadal.
"Un poder únicamente militar nos va a llevar a la época de las restricciones de Bashir, que no queremos", dice.
Un pesimismo que no comparte su entrenadora Al-Majidi, para quien la 'revolución' ya ha provocado un cambio de mentalidades.
"Los sudaneses aceptan más el fútbol femenino que antes", asegura.
Y para convencerles un poco más, Al-Majidi tiene ya un nuevo proyecto en mente: el campeonato femenino del CECAFA (con selecciones del Centro y Este de África), uno de los campeonatos de fútbol más antiguos del continente, previsto en marzo.
"Incluso sin llegar a la final, hace falta que nos mantengamos en la pelea durante algunas jornadas", espera.
A.Parker--TNT