The National Times - Los alauitas sirios sufren los deseos de venganza contra los Asad

Los alauitas sirios sufren los deseos de venganza contra los Asad


Los alauitas sirios sufren los deseos de venganza contra los Asad
Los alauitas sirios sufren los deseos de venganza contra los Asad / Foto: © AFP

En el jardín de Nisrine Ezzedine, unos bloques de cemento señalan las tumbas de su marido, su hijo y su sobrino, asesinados por yihadistas extranjeros en la cuna de la minoría alauita de Siria, a la que pertenecía el dirigente derrocado Bashar al Asad.

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Después de su caída el 8 de diciembre a manos de una rebelión liderada por islamistas, las nuevas autoridades sirias aseguraron que iban a proteger a las minorías de este país multiétnico y multiconfesional.

Pero los alauitas, una rama del islam chiita, temen represalias por sus conexiones con la dinastía Asad, que favoreció a los integrantes de su comunidad religiosa para cargos en el ejército y la administración en su medio siglo de poder.

Ezzedine explica que, después de la caída de Asad, yihadistas extranjeros se instalaron cerca de los olivares de su familia en las afueras del pueblo montañoso de Ain al Sharkia, en la provincia costera de Latakia.

Su marido Ammar, que era funcionario, su hijo Musa y su sobrino Mohammed, ambos de 17 años, fueron atacados allí el mes pasado.

"Los extremistas los acribillaron con balas", afirma Ezzedine, de 48 años, cubierta con un abrigo negro.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, atribuyó el ataque a "combatientes islamistas extranjeros aliados con las nuevas autoridades de Siria".

Aunque algunos miembros de la familia Ezzedine estuvieron en el ejército, los tres asesinados eran civiles.

Los chicos "debían de terminar la escuela este año", susurra la viuda.

Los alauitas representan un 9% de la población de Siria, unos 1,7 millones de personas. La comunidad ha sido blanco repetido de ataques desde la huida de Asad.

Este mes, las autoridades anunciaron que estaban buscando a unos "criminales" tras un ataque en un pueblo alauita en la provincia de Hama en el que, según el OSDH, murieron 10 personas, entre ellos un niño y una anciana.

- "Lealistas" -

En el caso de los Ezzedine, la familia también admite que las autoridades abrieron rápidamente una investigación de los asesinatos.

"Prometieron encontrar a los responsables, pero hasta ahora no hemos visto nada", dice un pariente suyo, Ali Ismail.

Este ingeniero eléctrico vivió durante una década en la ciudad norteña de Aleppo, pero como muchos alauitas regresó a su provincia natal de Latakia por miedo a represalias indiscriminadas.

"En cada región, la comunidad sufre ataques", asegura.

La gente asume que ser alauita significa que "estás con el antiguo régimen, que cometiste crímenes y luchaste por Bashar", protesta.

Las nuevas autoridades hablan a menudo de la amenaza de "lealistas del antiguo régimen" armados. Además, los dos funcionarios de mayor cargo del antiguo régimen arrestados fueron hallados en el bastión del alauismo.

En la ciudad de Jableh, en la provincia de Latakia, un ataque armado contra un control de seguridad y un dormitorio de policías mató a dos personas el mes pasado.

El nuevo jefe de seguridad de la ciudad, Ahmed Abdel Rahman, lo atribuyó a "elementos del régimen o sus milicias". "Saben que si los llevamos ante la justicia, serán juzgados por sus crímenes. Quieren sembrar el caos", afirmó a la AFP.

- "Paz civil" -

El presidente interino Ahmed al Sharaa dijo el lunes que garantizar "la paz civil no es un lujo en Siria, es un deber para todos" y advirtió de una "gran catástrofe" si continúan las "disputas sectarias internas".

En un pueblo en la provincia céntrica de Hama, Ali al Shahhoud recibe condolencias de los asistentes a un funeral de cinco personas, en su mayoría familiares cercanos suyos.

Su ojo está hinchado, su mando vendada. Unos atacantes armados lo arrinconaron junto a una decena de personas, dice el alauita de 40 años.

"Nos dispararon al azar en frente de mujeres y niños", explica. Entre quienes murieron está su hermano, su tío de 80 años, su padre de 75 y su hijo de 15.

Un exfuncionario municipal presente en el funeral, Ali al Mohamed, afirma que la población de doce municipios de la región han huido por temor a represalias.

Desde el 8 de diciembre, el OSDH ha registrado más de 240 asesinatos extrajudiciales y "actos de venganza", principalmente contra alauitas y antiguo personal de seguridad.

Muchos ocurrieron en Homs y Hama, provincias multiconfesionales. "Todos estos problemas buscan terminar con la convivencia, este es el mensaje que recibimos", lamenta Mohamed.

S.Lee--TNT